La política fiscal es
una rama de la política económica que configura el presupuesto del Estado, y sus componentes, el gasto público y
los impuestos, como
variables de control para asegurar y mantener la estabilidad económica, amortiguando las variaciones de los ciclos
económicos, y contribuyendo a mantener una economía creciente, de pleno empleo y
sin inflación alta.1 El nacimiento de la teoría
macro económica keynesiana puso de manifiesto que las medidas de la política
fiscal influyen en gran medida en las variaciones a corto plazo de la
producción, el empleo, y los precios.
La política monetaria es el conjunto de acciones que el Banco
de México lleva a cabo para influir sobre las tasas de interés y las
expectativas inflacionarias del público, a fin de que la evolución de los
precios sea congruente con el objetivo de mantener un entorno de inflación baja
y estable. Al procurar el objetivo de mantener un entorno de inflación baja y
estable, el Banco de México contribuye a establecer condiciones propicias para
el crecimiento económico sostenido y, por lo tanto, para la creación de empleos
permanentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario