febrero 16, 2014

1.4 Desequilibrio temporal contra desequilibrio fundamental

El rol del análisis económico consiste en distinguir entre aquellos hechos que afectan temporalmente a la balanza de pagos, capaces de revertirse por sí solos sin ninguna medida política, y aquellos que requieren cambios en la política macroeconómica para restablecer o por lo menos acercarse al equilibrio de las cuentas externas.


Un déficit por cuenta corriente supone, desde el punto de vista macroeconómico es, que el ahorro nacional no es suficiente para financiar la inversión y el gasto público, por lo cual se tiene que recurrir al ahorro exterior.

Esto define al Equilibrio Externo como el nivel óptimo del saldo de la balanza por cuenta corriente [X-M],  es decir, una diferencia entre ingresos y pagos internacionales que sea sostenible en el medio y largo plazo que no origine desequilibrios económicos, lo cual su objetivo es evitar déficits (o superávits) por c/c elevados y persistentes ya que el nivel óptimo del saldo por c/c es difícil de determinar.

 
Así, el desequilibrio externo es un reflejo de los desequilibrios internos de una economía en relación con los países con los que intercambiamos bienes, servicios y capitales.
No obstante, es evidente que pueden barajarse varios factores causantes de un desequilibrio externo: tanto exteriores (o exógenos) como interiores.

Factores causantes externos e internos de un desequilibrio externo

Entre los primeros, se destaca el deterioro de los términos reales de intercambio. 
  • Esto puede ser por factores estructurales (vendemos cosas que caen sus precios y compramos cosas cuyos precios suben) o bien por stocks de oferta adversos, como las crisis petroleras.
  • Así, la caída de los TI (términos de intercambio) conlleva una pérdida de competitividad, conjuntamente con un empobrecimiento en términos relativos del país y de su capacidad de compra externa.
  • El resultado final es un desequilibrio grave en la balanza de pagos, debido a un factor que no se controla domésticamente.

Entre los segundos, son muchos, pero la experiencia reciente permite distinguir dos que pueden originar o intensificar un desequilibrio en la balanza de pagos:
  1. Si ante un proceso inflacionario (que aumenta el precio de los factores productivos más rápido que en los países competidores) el TCN no se ajusta a igual velocidad => caerá el TCR, con lo cual cae la competitividad y genera problema de balance de pagos.
  2. El déficit fiscal. La relación entre déficit público y déficit en cuenta corriente (denominada como déficit gemelos) es muy compleja, pero en general puede decirse que dependiendo de cómo se financie el desequilibrio público, ello puede desencadenar efectos negativos sobre el sector exterior, dado que puede afectar la inflación, el TC, la competitividad, los movimientos de capital, etc., es decir, la situación de balanza de pagos 
Así, por ajuste externo o de balanza de pagos se entiende el análisis de los mecanismos básicos y de las actuaciones de política económica necesarias para restablecer el equilibrio.

Tipos de desequilibrio externo

Pueden distinguirse dos tipos de desequilibrio externos que llevan a dos tipos de medidas:
  • Coyuntural o temporal: tiene una duración determinada y está ocasionado por factores cíclicos o esporádicos, por tanto, se lo financia en vez de corregirlo.
  • Estructural o fundamental: su naturaleza es crónica y persistente, dado que es causa de factores estructurales al funcionamiento de la economía. Tarde o temprano habrá que corregirlo (ya sea en el mercado monetario o real interno desde donde provenga el desequilibrio), dado que su financiación en caso de ser posible sería demasiado costosa para el país.
El diagnóstico de un desequilibrio fundamental depende de los elementos permanentes de una situación concreta. Sin embargo, para un buen diagnóstico de un desequilibrio fundamental en la balanza de pagos, no sólo se requiere de la presencia de un déficit o superávit considerable y permanente, también se necesita de otras fuentes de información para identificar e interpretar adecuadamente cualquier desajuste básico en el sector externo de la economía.


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